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15 De Conca dei Marini a Cospita

Del Convento de Santa Rosa en Conca de Marini a las ruinas del Convento de Cospita, pasando por San Lazzaro

Duración: 7,5 km

Tiempo de viaje: 6h 30′

Sendero – A lo largo de todo el recorrido, el desnivel a afrontar asciende a unos 600 metros. Reducible a partir de San Lazzaro. Tramo expuesto en el desfiladero descrito en el texto, evitable con la modificación indicada del recorrido.

Acercarse -En Conca dei Marini viniendo del cruce entre Amalfi y Praiano o bajando de Agerola hacia la costa viniendo de Nápoles / Castellammare Logística – Se puede aparcar fácilmente cerca del Convento. Justo en correspondencia con esto también hay una parada de autobús que va de Amalfi a Agerola (SITA plaza XII) para continuar a Nápoles (y viceversa) pasando por San Lazzaro.

puntos de avituallamiento – Bares y restaurantes en Conca dei Marini y San Lazzaro.

 

El camino consta de dos partes. El primero comienza cerca del convento de Santa Rosa en Conca dei Marini y llega al mirador de la aldea de San Lazzaro di Agerola. El segundo, partiendo del mirador, continúa hasta las ruinas del convento de la Cospita. Para aquellos que dispongan de tiempo limitado o padezcan una pereza incurable, es posible comenzar desde el mirador de San Lazzaro, evitando la primera parte del recorrido.

Desde el convento de Santa Rosa, tomar la parada que es fácilmente identificable cerca de la parada de autobús. Tras un tramo de subida y otro llano, que se puede recorrer en unos veinte minutos, se llega a la confluencia de una escalera que sale por la izquierda.

Un poco más adelante, el camino apenas se distingue y una pista tenue serpentea hacia arriba, entre terrazas, en dirección a las casas de arriba. Continúe caminando durante otros diez minutos hasta llegar a una escalera de piedra, que conduce a un pequeño camino. En el lado opuesto de la carretera, suba los escalones para repetir otro cruce. La nueva escalera, al cabo de unos diez minutos, conduce a un cruce donde se sigue por la derecha, siempre cuesta arriba. Unos pasos y en el siguiente cruce, viniendo desde la derecha, se encuentra con la Via Maestra dei Villaggi. Ni que decir tiene que vamos hacia arriba, hacia la izquierda. El último tramo supera un desnivel de cien metros y en unos veinte minutos se llega al mirador de San Lazzaro (para admirar la vista, se sigue la carretera a la izquierda durante cien metros, en ligera bajada).

El camino se reanuda volviendo y, pasada la escalera por la que se llega, a los cien metros se gira por la pequeña calle de la derecha, y se la sigue sin desviarse hasta el final, donde hay un área de descanso, y se siguen las escaleras. a la derecha de las casas de arriba durante un corto trecho, luego tomar el camino que se bifurca a la derecha. El camino gira a la izquierda pero conviene dejarlo unas decenas de metros para llegar a las rocas que se separan del desplome (no recomendable para los que sufran de vértigo) para poder divisar una panorámica difícil de olvidar, en dirección a Amalfi, Ravello y los pueblos de la Costa hasta Capo D’orso; Más allá del cabo se puede ver la Piana del Sele, las Montañas Alburni y al otro lado del Golfo de Salerno, las montañas de Cilento hasta Punta Licosa.

El Monasterio de Cospita (o Cospidi o Cospiti)

Las primeras noticias del lugar datan de 1092 y se refieren a la existencia de una iglesia dedicada al Santísimo Salvador. Posteriormente, en 1190, en el testamento de una noble llamada Tarsia leemos de un legado al «monasterio Cospidi solidum unum».En 1266 se mencionan ambos edificios: «… ecclesia Sancti Salvatoris de monasterio Cospidi». Cuentan las crónicas que en el mismo lugar se encontraba la cueva donde vivió Francesco della Rovere, quien el 9 de agosto de 1471 se convirtió en Papa con el nombre de Sixto IV. Con Real Cédula de 7 de agosto de 1809 se suprime el monasterio. Las ruinas, visibles hoy, alguna vez albergaron «… un altar mayor de madera con tres estatuas que representan a María Santísima con el Niño, San Francisco y San Antonio con el Niño. Otras dos estatuas, frente al altar, de Santa Rosa y San Buenaventura, cuatro «cuadros antiguos» un órgano de seis registros, dos campanas; en una capilla lateral, estucada, un cuadro de la Inmaculada Concepción…..». Durante la epidemia de cólera de 1837 la iglesia fue utilizada para el entierro de las víctimas de la peste y hacia 1860 se convirtió en refugio de bandoleros. Reanudando el camino, se continúa hasta un pequeño desfiladero para descender con la ayuda de bodegas (no siempre confiables) instaladas por algún extraño dispuesto. Si alguno de los participantes en la caminata, aquejado de vértigo o por torpeza en sus movimientos, no tiene ganas de continuar, puede llegar al convento siguiendo el camino en sentido contrario partiendo del desvío anterior. Pasado el desfiladero se pueden ver las ruinas del convento de la Cospita: algunos restos de los muros perimetrales con algunos arcos y algunas divisiones internas, lamentablemente no mucho para hacerse una idea del aspecto original del edificio. La meseta con el prado, entre el convento y la montaña, es el lugar ideal para una pausa.

Para la vuelta hay dos posibilidades: el mismo recorrido que el de ida o un recorrido más largo pero menos empinado y menos “emocionante” que el desfiladero. En este caso se continúa por el camino que va desde las ruinas hacia el interior. Pasada menos de media hora, tomamos el camino que viene de la izquierda. A través de un bosque de castaños se vuelve al desvío anterior hacia los pilones.

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